…pero no cortaba la cabellera de los nazis, ni les tatuaba con el machete una esvástica en la frente, ni degollaba. Mi padre, Peter Masters (1922-2005), borró su identidad y todo su pasado para alistarse en la “X Troop” británica o comando clandestino judío de élite que participaba en arriesgadas -y muchas veces suicidas- misiones de información para el ejército aliado. La pornográfica casquería tarantiniana muestra una realidad sesgada de violencia gratuita muy lejos del valor e intrepidez de mi padre. La historia real es aún mejor.
**Kim Masters, columnista de “The Daily Beast” e hija de Peter Masters, uno de los integrantes de la Tropa X.
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